El refugio de los espíritus errantes

En mi vida, he visto incontables edificios abandonados, y siempre surge la pregunta inevitable de alguien que lee mis crónicas: "¿están embrujados?" Aunque lo paranormal nunca ha sido mi obsesión, hay uno en Bali que parece estar intrínsecamente ligado a los espíritus que lo habitan.

¿La ironía? Se trata de un parque de diversiones.



Bali es reconocida como un paraíso para los viajeros de todo el mundo. Su auge turístico se debe en gran medida a su cultura hinduista única, arraigada en medio de un país mayoritariamente musulmán que ha perdurado por más de 1500 años. A pesar de que el turismo masivo ha tenido un impacto en su cultura local, la esencia de ésta aún persevera con fuerza en sus ciudades.

Seguramente podría hacer un hilo hablando de sus templos y tradiciones, porque tiene mucha tela de donde cortar.

Podría.




El hinduismo ha dado lugar a la construcción de templos que se integran armoniosamente con la naturaleza, ubicados en las orillas de ríos y en las laderas de montañas, con la icónica representación de la sagrada Meru. Estos templos sirven como lugares donde los espíritus son apaciguados mediante ofrendas elaboradas con palmas, alimentos y flores, como una expresión de gratitud y respeto hacia la naturaleza y la vida misma. Pero he terminado en un parque de diversiones abandonado en Denpasar.

Bienvenidos a Taman Festival Park.

En primer lugar, es notable mencionar que este es el primer sitio abandonado en el que he tenido que pagar una entrada. La razón detrás de esto radica en los impuestos y el mantenimiento; los propietarios han optado por cobrar un pequeño precio para mantener el parque, el cual ha sido adaptado para destacar su única atracción que aún permanece en pie: el arte urbano. Sin embargo, esto no siempre fue así.

Concebido como un proyecto de desarrollo turístico en la década de 1990, el parque nunca llegó a completarse, aunque brevemente abrió sus puertas al público. En su apogeo, albergaba atracciones como paseos en bicicleta acuática, espectáculos en vivo y exposiciones culturales.





Hoy, el lugar se ha transformado en un oasis en medio de la densa Denpasar. La naturaleza ha reclamado el complejo, creando una atmósfera única que evoca la imagen de un templo futurista atrapado en la desolación. La discoteca, que se suponía que atraería a multitudes, ahora yace con su estructura expuesta frente al mar, destinada  a ser reclamada por las olas. Este lugar solía albergar uno de los espectáculos de láser más impresionantes de Indonesia. Entre las ruinas, la verdadera belleza se encuentra en los grafitis que adornan las paredes del parque.  Esta estrategia ha contribuido en cierta medida a fusionar la difícil relación el graffiti y la exploración urbana (urbex).



Pero, ¿cómo terminó este lugar sumido en la miseria? El Taman Festival abrió sus puertas en octubre de 1997, de manera discreta, ya que unos meses antes, Tailandia desencadenó una crisis monetaria en la región que provocó la caída inadvertida de la moneda nacional. Eso, y la mala suerte. Al año siguiente, un viernes 13 de marzo de 1998, un rayo cayó sobre el mecanismo de láser, causando daños que las compañías de seguros se negaron a cubrir. Cinco millones de dólares a la basura. El parque finalmente cerró en el año 2000.



Los lugareños alimentaron a los cocodrilos del lago durante un tiempo, pero eventualmente se dieron cuenta de que no tenían más opción que dejarlos en libertad. Se dice que los cocodrilos comenzaron a practicar el canibalismo, devorándose entre ellos. Esos fueron los últimos visitantes del lugar.

Mientras me disponía a marcharme, el guardia se me acerca.

- ¿Fuiste al templo?

- ¿Hay un templo? -le respondí.

- Sí, está hacia el lado izquierdo. Deberías ir. No es bueno venir aquí sin pasar por allí. No, no era por los espíritus de los cocodrilos. Hay algo más oscuro, algo que está intrínsecamente ligado al hinduismo balinés.




En Bali todo tiene su lugar y para tener una armonía entre los dos mundos, las fronteras deben estar claras. Por lo tanto, antes de cada construcción, se debe hacer una ceremonia religiosa para reubicar los espíritus antes de que comience la construcción. Sin embargo, con el desarrollo, la isla de Bali sabe que los espíritus se dislocan y comprimen en espacios más pequeños.

Esto crea un desequilibrio en el mundo sobrenatural: el ser humano toma el medio ambiente de los espíritus, especialmente los ríos y bosques que son sus carreteras y casas. Cada vez más ríos se construyen villas/casas que a menudo no tienen altares ni ofrendas, esto es un problema. La "gente del río" está perturbada porque entonces no tienen hogar.

Los tanya son los espíritus que habitan los ríos y barrancos. Se dice que son muy activos durante el día cuando tienen una apariencia humana en los pueblos. Se parecen a nosotros, excepto que no tienen un receso entre las fosas nasales y el labio superior.

Según la leyenda balinesa, los sitios abandonados son ocupados por "espíritus errantes", y ahora se cree que Taman Festival Park es uno de los lugares más embrujados de Bali, que atrae a espíritus de toda la isla. Los lugareños no se atreven a entrar y la han llamado una "ciudad fantasma", lo que la convierte en un lugar emocionante para el intrépido mochilero que busca explorar, o el fotógrafo entusiasta que busca romper algo de misterio.



Aunque el sendero que llevaba hacia el templo parecía sacado de un nivel de Lara Croft, imbuido de una extraña sensación de desaliento y oscuridad, resultaba un tanto tentador sacrificar más picaduras de mosquitos y un calor sofocante por ir hacia allí.

Fue esa conversación con el guardia a la salida que me dio otra perspectiva del lugar. Era primera vez que, mientras exploraba lugares abandonados, sentí que un sitio me dictaba cómo comportarme en él, incluso sin creer en lo paranormal. Bali ha resistido durante años, aferrada a su cultura y protegiéndola. No puedo ignorar esa realidad, independientemente de mis creencias.


Porque "no hay que creer en brujas, pero que las hay las hay".

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Fuente

https://www.balilostadventure.com/supernatural-in-bali-black-magic-and-ghost/